Papá
Estaba borracho, sin pensamientos ni razón. No era la primera vez que estaba así, pero desde luego fue la última. Pasaron demasiadas cosas por olvidarse de la razón un instante... demasiados problemas que se habrían evitado pensando un poco. Nunca he sido un chico que respetara las reglas, al menos, no las que no me daba la gana de respetar. Es más bien por rebeldía que por otra cosa. ¿Piensas que soy un delincuente? Eso mismo te haré creer. ¿Crees que no merezco la pena como hijo, papá? Eso dejaré que pienses. No tiene sentido buscar tu apoyo cuando sé que nunca lo voy a conseguir. Aquella noche, había sido una de las mejores que había pasado nunca. Gracias a mí, habíamos ganado el partido de baloncesto, al cual me sigo dedicando, tampoco gracias a ti. Fuimos a celebrarlo. A pesar de ser un gran día, todo ocurría con normalidad. Hiro, Sharai y yo nos reíamos y estabamos bien, como siempre. Ningún cambio. Pero claro, disfrutar de la fiesta del modo que no se debe, puede